lunes, febrero 11, 2008

algunos discos que salieron el 2007 y que me gustaron: un ejercicio indebido al que no hay que ponerle mucha atención

Sin orden particular.

Arch enemy: ryse of the tyrant:

Como siempre, Arch enemy. Muy a pesar del video de su primer sencillo (una cosa bastante boba de niños con capuchas que para hacer la revoluta ponen videos de la banda en pantallas gigantes, de manera clandestina), esta vez la banda regresó más agresiva que nunca. Cada disco de Arch enemy se pone más y más pesado, haciendo que no se puedan reprimir por mucho tiempo las emociones que suscita y uno termine, inevitablemente, dándole pata al primer paisano desprevenido que tenga la mala fortuna de estar cerca cuando suena en el random del reproductor.


The dillinger scape plan: Ire Works
Este grupo es como si dream theater decidiera meter 25 minutos de música en canciones de máximo 3 minutos. Afortunadamente, el dillinger no es un grupo dedicado más a la técnica que a la composición. La gritería y desorden aparente tienen tras de sí toda una idea acerca de la demencia, de una cierta influencia de mike patton y la búsqueda por generar sensaciones de incomodidad. Como sí fuéramos todos obreros industriales y tuviéramos que pasar 12 horas diarias frente a una máquina que nos enloquece. El ruido constante de los engranes, de las prensas, de las otras máquinas, nos convierte en seres con los ojos apagados y una rabia frenética que nos desquicia. Dillinger scape plan hace música para poner cara de psicopata, tomar un cuchillo y hacer ensalada de gente.

Megadeth: united abominations.

Lo voy a decir sin más. A mi me vuelven a decir que Silvio Rodriguez y sus cancioncitas sobre pantaloncitos perdidos s0n música protesta, canción social, música revolucionaria o música para pensar y le rompo la cara a batazos al que no sepa de esta advertencia. Megadeth siempre se ha caracterizado por pararse en la raya de la crítica y, entre el alcohol, las drogas y una cierta indecencia muy apreciada, han sabido cuestionar la manera en que se entiende comúnmente lo político. United abominations es una tragedia más al viejo estilo megadeth. Oscuro y sin salida hasta que el mismo sonido de los riffs mustaine nos recuerdan que los caminos aún se están construyendo.

Andrés Calamaro: La lengua popular.

Había un capítulo del escuadrón del tiempo en el que iban a visitar a Edgar Allan Poe. El tipo se había convertido en un personaje todo colorido, amante del rosa, las flores y el té. Estaba dañando la historia y la labor del escuadrón era devolverlo a su estado original: Atormentado, jodido, vuelto mierda. Lo que yo digo es que Calamaro sufrió, por un tiempo, el síndrome del rehabilitado. En ese tiempo se puso muy rosa y algo estaba pasando en la historia, se estaba descomponiendo el mundo mientras Calamaro era un hombre feliz y alegrón. Y llegó el escuadrón del tiempo a su casa en España y le recordó, por lo menos, que había que volver a componer. Y no es que haya dejado de ser ese tipo ya hecho y derecho, con familia y en estado de sobriedad. Es solo que se ha reencontrado con el lado oscuro de sí mismo pero esta vez sin la necesidad de dejarse arrastrar por él. Yo creo que lo que le pasó a Calamaro se explica en una canción que se llama “la mitad del amor”. Y bueno, Calamaro sabe contar historias. A mi me gustó mucho comedor piquetero, porque me contaron que estuve allá, porque los piques son gente muy buena gente y porque es una buena canción.

Dodheimsgard: supervillain outcast

Estos manes son de lo raro que hay. El internacional 666 se volvió un disco vanguardista en el metal. Blackero, si, pero raro. Este álbum es más cochino, mas directo, pero sigue lleno de cambios inesperados, de electrónica, de voces limpias y ambientes generados a través de sonidos imprevistos. Es un buen equilibrio entre esa necesidad de volver a tener back metal de la vieja guardia y la idea de que aquella vieja guardia podía a ser tan limitada que nos aburría a todos.

Interpol: Our love to admire

La vaina es que a mi Interpol me gusta. Me gusta la voz, la postura melancolica, me gusta discutir y decir que no, que no son joy division. Me gustan las letras, me gusta pensar en el futuro extrañamente esperanzador que brinda esta banda. Mientras otros prefieren lo que entrega artic monkeys, a mi la sencillez depresiva de INTERPOL me da mucha alegría. Siempre me reconforta y este disco es el que mejor compuesto está de todos. Alguien decía que no, que la embarraron por querer hacer música, pero a mi pioneer to the falls y rest my chemistry me brindaron tranquilidad cuando habían momentos en los que nada mas lo podía hacer. Para mi este disco es tan sencillo, tan bonito, que es un pequeño regalo poder oírlo cada mañana y saber que hay otras cosas por las cuales despertar.

Saul Williams: Niggy tardust

Para mi el mejor disco de Saul Williams es Athemyst rock star. Es, si no estoy mal (puedo estarlo) la primera colaboración entre trent reznor y Williams. La famosa frase “I am the omni-american born of beats and blood, the conscience of the sun unplugged” se convirtió en una especie de mantra underground, capaz de explicar la fuerza de la música urbana y el inconformismo de muchas personas. Este “Niggy” es un trabajo al cual Reznor le metió la mano con toda y se hace evidente desde la primer canción. Y sin embargo hay que recordar que Williams no es exactamente un rapero, ni siquiera es exactamente un músico. Es más bien un poeta, de esos que siguen la onda del spoken Word, entonces lo que dice, aun pareciendo rap, realmente cae en otra forma de narración y de exposición. La técnica se parece mucho más al acto de recitar y la composición de la música, aún con la mano de reznor, se acoge a esa idea. Un disco conceptual algo retorcido en su sonido pero con el sello de Saul Williams que lo hace siempre agradable y fundamentalmente crítico.

Between the buried and me: Colors.

No importa cuantas veces se oiga, que uno se aprenda las entradas, los cambios, las melodías y las letras. Este disco siempre será una sorpresa, impredecible de principio a fin. Aquí está reunido todo lo que es y no ha de ser, todo eso que se convierte en espantoso y difícil de oír, todo lo que es negado y puesto en los bordes del sonido posible. Death, black, trash, Grind, hardcore, jazz, mucho jazz. Todo ahí juntito para llevarnos a pasear por los estados de la inconcencia y de lo inaceptable. Un gran disco, con muchas cosas para decirnos con su música e invitarnos definitivamente a entrar a ese plano de lo innombrable.

Lupe fiasco: The cool

Desde que oí daydreamin´ me enamoré de este rapero. Al tipo lo critican porque no toma, no fuma y no habla de hummers, joyas y viejas. El primer disco tenía una canción que se llamaba american terrorist en la que mostraba su claridad política al tiempo que su gran capacidad artística. Me perdonaran los raperos, pero desde 2pac shakur pocas letras del hip-hop le hacían homenaje a esa idea de poesia callejera, reminiscencia del sponken Word de los años 70. Este disco arranca con una mujer hablando de lo que de lo que se piensa está bien y es socialmente aceptado. El racismo, la violencia, el capitalismo. “Freeze, cus the problem is we think it is cool to. Check your ingredients, before you get overdose, on the cool”. Lupe lo obliga a uno a quedarse quieto y examinar con cuidado cada cosa que dice, cada historia que cuenta, cada composición. Hay cosas preciosas sobre la violencia, la carcel, la fama. Yo le agradezco a la vida cada vez que puedo por darme la oportunidad de oír música como esta.

Kanye West: The graduation.

Habría que decir que a mi este señor me molestaba. Sus cadenitas, su actitud autosuficiente encubierta en el cuerpo de un tipo como tu o como yo. No lo oía, me lo negaba porque era demasiado mainstream y generalmente hay que desconfiar de eso. Pero doña pera es mas valiente y me mostró que Kanye west y su parchesito le estan devolviendo al hip-hop algo que se perdió desde que a dr. Dre le dio por hacer esa música saturada con bajos y samples simplones. Esa música que se volvió la ley y que relegó el sonido de los clásicos como public enemy o naughty by nature. Yo siempre me he guiado más por la vieja escuela, la que recuerda la tradición de la música negra estadounidense y no tiene miedo de poner un loop de ron carter, miles davis o funkadelic. Es ahí donde parece existir una continuidad que representa la experiencia vivída por los afroamericanos sin miedo a mostrar lo que es su vida, más allá de los deseos corrosivos que el capitalismo tardío ha sabido instaurar tan bien como el objetivo máximo de la vida norteamericana. El fetichismo de la mercancía abrió el espacio para la reproducción de una lógica del capitalismo basada, precisamente, en el coleccionar objetos de manera incesante. El hip-hop de las limosinas hummer, la infinidad de cadenas de oro, diamantes y mujeres que se convierten en un trofeo terminó controlando la tradición crítica y rebelde que aparecía en el hip-hop de la vieja escuela. Y no es que West permita el retorno de esa postura, pero al menos nos recuerda que hay mucho más que eso en la vida y en la musica, que es al fin y al cabo lo mismo.

Neurosis: given to the rising.

Esta banda da miedo. Es excelente, cada cosa que hacen es mejor que la anterior y este disco no es la excepción. Es tan oscuro, tan lleno de atmosferas que a veces es mejor no oirlo para evitar caer en ciertos estados alterados de conciencia, en alguna suerte de demencia temporal. No es la oscuridad del black, del dark, del metal gótico. Es otra cosa, es más la situación de estar en una cama, solo, viendo la ciudad al frente por una ventana gigante, sabiendo su decadencia, sabiendose parte de ella y abrazándola para poder estar, así sea por un momento, tranquilo consigo mismo.

Beirut: the flying cup club

Yo no se nada de este grupo. No se si es una banda o un solo tipo. No se de donde son, si de Beirut o de nantes. No se nada aunque el oráculo me podría dar la información. Lo cierto es que este disco es una excelente articulación de sonidos de muchos lugares, de guitarras acústicas, medio folk, con algunos sintetizadores y una voz bastante arrulladora. Ya llevo un tiempo oyendolo y siempre sonrió cuando aparece alguna canción de este grupo mientras camino. La vida se aliviana y uno empieza a caminar con cierta

Pelican: city of echoes

De toda la movida del post-metal, de la onda instrumental que empieza a coger fuerza en el ámbito gringo con solvencia, ha surgido esta banda. El disco no será muy diferente a los anteriores, pero es bonito cuando uno está cansado de las tonaditas, los coritos y las canciones pegajosas, con ganchos simplones que buscan, como dicen los de brooklyn funk Essentials “not selling out, but buyin´ in”. Se oye el nombre del grupo, se busca la referencia en el banco de imágenes de la memoria, se pone play y se espera un segundo. La guitarra, con una producción simple pero bastante más limpia de lo que uno espera, permitiendo que se oigan las cualidades de su interprete. Luego, la batería, el bajo…otra guitarra, todo junto, distorsionado, como entrando en la turbulencia para luego dejarse llevar por cada canción de este disco que evoca lo que uno quiera que evoque.

Dj spooky: creation rebel

De lejos el chico subliminal es de los más arriesgados que hay por ahí. Alguna vez, con dave lombardo, decidió hacer una vaina que se llamó drums of death. Un proyecto que mezclaba la batería del para ese momento ex slayer, sonidos del trash y los tornamesas de spooky. Decidieron hacer una revisión de la reunión del hip-hop con el rock y le pidieron a public enemy que volvieran a grabar “public enemy #1”. Una cosa magistral. En este disco el calvito, profesor de varias cosas y que le ha metido deleuze, guattari, derrida y holloway a la cosa del ser dj, es llamado a mezclar reggae y dub a su propio estilo. Que disco tan bueno ala. Este man si sabe como es que se hace la vuelta.

Chimaira: resurrection

Estos manes hacían nu-metal. Nu-metal con gutural. La misma fórmula de Korn y otros, pero gritando más. Mucho bajo, mucho bajo en la guitarra, con esas voces que empiezan con susurros y terminan con gritos, con esa angustia adolescente que contenía una tabla, unos patines y dreads. Desde el disco anterior los tipos decidieron que habían otras cosas para hacer. Y como el único grupo que se quedó haciendo nu metal fue korn, podemos estar felices al saber que los demás siguieron otros caminos. Uno se pone los audifonos, le sube el volumen a su aparatico y pone la canción numero uno del disco. Acto seguido se le sube la tensión, los ojos se le inyectan de sangre y el cuello empieza a moverse repetidamente. La última vez busque la a ak-47, pero la estaban lavando porque andaba sucia. Pura agresividad, pura rabia contenida en cada canción. Puro metal del bueno.

Calle 13: residente o visitante.
El problema de la clasificación de este grupo en el sonido llamado reggaeton está en creer que la simpleza repetitiva de ese sonido es capaz de contener todo lo que en este disco aparece. Por eso siempre está la misma discusión que comienza con la frase " uich noooo!! eso es reggaeton", lo cual lo hace, bien los sabemos, musica muy fea al estilo de la comida rápida. Siempre lo mismo, música que engorda y no alimenta. Eso pensaba yo tambien hasta que un día en este mismo blog alguien me recomendó querido FBI, una canción que vomita toda la rabia de un pueblo frente a una acción patética con fines de generar miedo en la población, eso que llaman terrorismo de Estado. Desde ahí entendí que había algo particular con ese grupo, por lo que decidí buscar el album nuevo. Para mi es, palabras mas palabras menos, de lo mejor de este año que pasó. La calidad sonora se evidencia desde el intro del disco, una burla a tanta jodedera por las letras. Que son bien pesadas, pero tambien llegan a ser maravillosas en su composición. Toda la letra de pal norte hace que ese disco valga la pena comprarlo. La diversidad musical se evidencia en el hip-hop de algunas canciones y el contraste con otras, como llegale a mi guarida. Esta última canción tiene algo tan bonito, como lleno de colores, como paisajes de montaña y sueños y posibilidades y luchas que aún están por darse. Es un gran disco, completo, logrando que hasta las mas sucias cochinadas (la canción que hacen con la mala rodriguez) suenen de un intimismo único.
Machine Head- The Blackening.

El primer disco de Machine Head es brutal. En su momento consideraron aquella banda, junto con pantera, en una bocanada de aire fresco y puro para el metal norteamericano, que no dejaba de estar saturado por la monotonía de la laca y las trusas estampadas con piel de leopardo o cebra. Pensamos que algo iba a pasar en ese sonido y que comenzaríamos a caminar una senda diferente de la mano de ellos. Pero no, difícilmente eso se dio. A pesar de su aporte inicial, los discos que vinieron empezaron a buscar otros objetivos no necesariamente musicales, al punto que lo que habían logrado construir fue aniquilado por un trabajo en el cual decidieron vestirse con sudaderas adidas plateadas y donde el vocalista se hizo spikes en el pelo. Si, spikes. Pura angustia adolescente de una gente que ya no tenía 15 años y que con todo creyeron que sí. Las críticas no dejaron de llegar a pesar que aquél disco cuyo nombre no quiero ni escribir ha sido el mejor vendido de la banda. Y pues claro, era como oir limp bizkit. Pero esto es otra cosa. Volvieron a los tremolos, a la velocidad, a los gritos, a la decandencia en las letras, a esos cambios que pasaban del trash y llegaban al punk y luego botaban un solo de guitarra cercano al progresivo. The blackening es un disco agresivo como deber ser el metal, sin miedo a escupir la cara o a escandalizar. Es rápido, fuerte, violento en un momento y luego suave, calmado para explotar al final.

sábado, febrero 02, 2008

la dulce angustia de la lecherita.
En los pasillos la gente corre despavorida y se muerde las uñas mientras la producción de lecheras, leche en polvo y chocolatinas sigue su curso. En la sala de juntas los directivos toman chocolate, tratan de entender que es lo que pasa y buscan salidas:
- Pero si nosotros somos una empresa dulce, como ibamos a hacer algo así?
- Deberiamos decir que él y los que vendrán murieron por diabeticos.
-Como así que los que vendrán?
- Mira, tu eres muy ingenuo, los niveles de azucar en la sangre entre los sindicalistas están demasiado altos, como desde 1990.
- Ahhh, pero somos inocentes cierto?
- Claro, que crees...a menos que hacer leche condensada sea un crímen...sigamos mejor con la discusión. Nuestra empresa se dedica a alimentar a la población y es evidente que los sindicalistas diabeticos lo que pretenden es que los colombianos se mueran de hambre.
- Claro y lo que pasó con ellos es que en su intento por ensanchar sus putridas y subversivas panzas narcobolcheviques se atragantaron con nuestra comida mientras el pueblo al que por muy módicos precios hemos querido alimentar caía inevitablemente en la inanición.
- Esos son una parranda de perros asquerosos que lo que buscan es que les demos un...terrón de azucar...
-Sí, eso, "terror de azucar".
-No, terrón, como los cubitos esos, es decir, que les llenemos la panza de pl....dulce.
- Pero eso lo hacemos nosotros para alimentar al pueblo, ellos son los que se comen todo y les da diabetes y se mueren.
- Oigan, pero no están hablando muy feo sobre los sindicalistas?
-Mira, tu eres muy ingenuo y es mejor que te calles si no quieres que te de diabetes.