never weak

Ella intentó dormir esa noche, pero no pudo. Esperó hasta que el dolor la obligó a no esperar más. Salió a buscarlo, pero no lo encontró porque simplemente ya no estaba en ninguna parte. Su insistencia la obligó a correr y a gritar, a parar el tráfico para exigir una respuesta. Luego llegaba a la casa, después de horas de viaje a hacer comida, a ver televisión, a descansar, conmigo en sus brazos.

Fue capaz de enfrentarse sola a medio planeta, de sobreponerse a las traiciones y los engaños manipuladores de la gente que le dio la espalda. Caminó sola, abriéndose paso con sus manos, levantándose todos los días para que yo no me derrumbara en cualquier momento. Más fuerte que ese mar de tristeza y dolor que la rodeaba, que las penurias de tener que criarme, sola y enfrentando al Estado que cobardemente le negaba las respuestas, que la obligaba a correr para salvar su vida, a esconderme para salvar la mía.

Siempre ha sabido levantarse y retomar sus luchas. Mi mamá se llama Virginia, y no se que significado tiene, pero para mi es el nombre de la esperanza y la dignidad, materializado en su ira, en su rabia transformada en amor. Ella es la razón por la que estoy vivo y por la que pude elegir un camino que inevitablemente estaba relacionado con ella.

Mi mamá a veces teme que me pasen cosas, que se repita la historia. Y aún así no me ha impedido nunca recorrer los caminos que decidí. Ella me apoya, ella siempre está conmigo y se ríe conmigo y me regaña y tiene miedos conmigo y jugó conmigo y siempre se levantó, me tomó en sus brazos mientras con la otra mano sostenía las armas que le permitían enfrentarse al mundo que la quiso dejar sola.

Pero ella ya no está sola…y si algo le pasa, si algo no funciona bien, espero nunca se me olvide lo que enfrentó para hacer de mi quien soy ahora. Porque mi mamá, cuya figura es la vida misma, no se puede ir porque con ella se va mi vida.