Acorralen al patico.

En los ochenta existió una Fraternidad en la que sus integrantes tenían primero que hacer el ridículo para luego hacer música, con el único fin de poderse comprar una buena cantidad de motos y toneladas de cocaína para caer rápidamente, y mostrarle al mundo que no había nada mas estúpido que hacer rock. Y bueno, es que ese tipo de rock...

La historia es variada, y no pienso agredir a personajes grandes en el metal y el rock que por mas que decidieron existir en esa época continuaron creando excelente música, algo que no se nos va a olvidar jamás. Pero cuando Alice cooper se inventa (porque se lo inventa) que se masturbaba en los ponquecitos que le daban a la hermana, con el fin de poder vender sus patéticos disquitos solo podemos reflexionar y pensar en como hacer para llegar hasta el decadente cuerpo del viejito ahora jugador de golf y aniquilarlo, lentamente.

Estoy bravo, pero es que no podría ser de otra manera. Bastante común si es que un tipo de 27 años que se comió el cuento que para ser rockero había que tener el pelo verde y una trusa morada diga que después del último disco en los 80 de motley crue con Vince Neil el rock murió. Y pues evidentemente no es cierto. Pero aún peor que eso es considerar eso como metal, como una expresión pura del rock.

Sale el tipejo de W.A.S.P con unas medias veladas medio transparentes de color negro y abriendo las piernas como si fuera una actriz porno en sesión de fotos. Solo para que luego las botas de Genne Simmons aplasten el escenario con el culo de Stanley moviéndose al ritmo de una batería que nada tiene que ver con la canción que están intentando tocar. Kiss es una obra de teatro donde ni siquiera la guitarra que rompen es de verdad, es un pedazo de madera en forma de botella de coca cola diseñada para partirse por la mitad solo con mirarla. Falta creer que existe alguna relación entre el fuego en la guitarra de Hendrix y el humo y posterior cohete que emanan de la guitarra de Frehley (aún con su importancia, es puro teatro). Lo importante de entender a KISS tiene es que ver con reconocer que es teatro.

Pero imaginen a este tomate en 1984, con una trusa de cuatro colores acidos, y el pelo (si, el pelo) color amarillo con visos negros y una camisa de leopardo tocando con la lengua la guitarrita de plástico de mi hermanita de tres años. Así debió haber comenzado thin lizzy y quien sabe, hasta de pronto vanilla ice tuvo la posibilidad de elegir entre ser un blanco más o encaminarse por la senda del rap. Un hombre visionario él.

Yo no defiendo los jugueticos eróticos marca “kravitz” precisamente porque considero que no existe una diferencia real entre la incapacidad del tipo para hacer algo decente y la idea que tienen los arlequines de Europe para pensar que lo que hacen es música. Son mas interesantes los proyectos de las personas que trabajan fundamentadas en la teoría de caos, a partir de máquinas, sabiendo simplemente que algo se va a dar, pero evitando de cualquier manera creer que lo que hacen es coherente. Es mejor Britney que al menos reconoce que su función en el mundo es ser una marca, y así trabaja y no jode creyendo que hace música.

Por allá en esa época en USA le llamaban a lo que hacía Bon Jovi hair metal, porque tenía pelos hasta en los dientes (parece ser que comía mucho mango) y el fundamento de su música era el pelo (no es lo mismo ver voliar mecha a metallica tocando orion que a John haciendo lo mismo mientras se masturba y canta bed of roses). El pelo Por Dios. O por el diablo, para este caso es por el diablo. Mientras en Maiden se sacaban los ojos escribiendo the rime of the ancient mariner un par de tipos borrachos escribían Girls y otro mas le daba por hacer dust in the wind. Parece ser que era el pelo el que hablaba por ellos, no ellos. El pelo se tomaba los cerebros de aquellos personajes con el solo acto de reconocer que era este y no otra cosa lo que los iba a catapultar a las orgías que siempre habían soñado. A bañarse en tinas de vodka y morir en calzoncillos blancos llenos de mierda. Así, como muchos de sus discos.