Sinfonía equis
Despues de un día donde todo parecía muerto e inmovil, donde el color gris no daba la sensación de tranquilidad usual, solo era necesario dejarse llevar por la violencia del volúmen, la batería, las guitarras. El poder abrumador de la técnica de los músicos y la poca gente. Al final, una fabulosa canción de 25 minutos para cerrar el acto. Todo para salir flotando del palacio y volver a mi casa tratando de no olvidar que en serio vale la pena...
Despues de un día donde todo parecía muerto e inmovil, donde el color gris no daba la sensación de tranquilidad usual, solo era necesario dejarse llevar por la violencia del volúmen, la batería, las guitarras. El poder abrumador de la técnica de los músicos y la poca gente. Al final, una fabulosa canción de 25 minutos para cerrar el acto. Todo para salir flotando del palacio y volver a mi casa tratando de no olvidar que en serio vale la pena...
2 Comments:
Y no me llevó no?
el palacio de san francisco?
ah no, ya no...
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