miércoles, septiembre 06, 2006

Magia 1.

Parrando llanero en la vereda. Todos invitados. Esperaba lleno total en las inmediaciones de su casa. Al lado el río, al cruzarlo, allá estaban. Mientras la noche seguía tan alegre y el zapateo incesante levantaba el polvo que se convertía en una niebla amarillenta, ellos pacientes al otro lado del río esperaban.

Efectivamente, lleno total. No solo personas de la vereda sino otros de veredas cercanas se acercaban y el guaro iba y venía, junto con el guarapo, la chicha, la cerveza. Ella debe tener unos 60 años y en ese momento 4 nietos. Sus facciones son extrañas pues pareciera que la vida no le pasara, solamente la luz. Su luz. Habla en un tono muy bajito pero decidido y definitivamente valiente.

En algún punto de la noche recordó que un vecino no había podido ir. Estuvo trabajando todo el día en la petrolera y llegó muy cansado a su casa. En la fiesta sobraba un poco de carne así que decidió mandar a uno de sus nietos con una porción para el vecino. Debía cruzar el río y caminar unos minutos. Al otro lado, la tensa calma de la espera…

Había tomado bastante, así que no se percató de nada. Cruzó el río tranquilo con una cerveza en la mano y en la otra el plato con carne y un par de tungos. Saltó entre las piedras tal vez jugando, evitando mojarse pero sabiendo que era imposible no hacerlo. Llegó al otro lado, caminó unos minutos entre la oscuridad, solo guiado tal vez por una luz al fondo que marcaba el lugar de destino. Pero para ellos era la hora de actuar.

Dos escuadrones militares salieron de la nada, por ambos lados del camino y se abalanzaron sobre la carne, la cerveza, los tungos y el cuerpo del nieto de aquella mujer. Lo amarraron de las manos y le pegaron, lo torturaron mientras al otro lado todo el pueblo enfarrado no sabía que hacer. Veían las sombras, oían los gritos y la risa de los militares. Se fue acercando un grupo de 5 que tal vez jugaron a no mojarse las botas cruzando el río, aun sabiendo que eso era imposible. Toda la gente salió despavorida del parrandón y se metieron a las casas. Afuera seguían sonando los gritos. De pronto desaparecieron las sombras, y a los pocos minutos una ráfaga de metralla reventó.

Por eso les digo amigos míos que si van a cruzar un río, no tomen. Una campaña de dontomeito inc. Para Latinoamérica. Se pueden ahogar o volverse guerrilleros, el río es mágico y los transforma en terroristas.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

qué mierda. tenga cuidado usted, no sea que la magia que inunda este país lo transforme de tomate en otra cosa. un abrazo.

8:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que mierda.

11:35 p. m.  
Blogger juglar del zipa said...

Ojalá el afro ese le sirva para pasar inadvertido. O sea... podría pasar por inofensivo arbusto. O lo contrario: "ahí viene el arbusto que está ideologizando!"

Otros ríos mágicos y posibles usos:
Estigia, hace olvidar la memoria a los muertos. ¿Y la de que los muertos existen?
Sambatyón, un río de piedras que detiene su curso en Sabat. Coja piedras y tírelas.

8:00 p. m.  

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