viernes, septiembre 30, 2005

De los intricados caminos de la memoria.

Ya pasó el fin de semana. otra rutina que incluye micro por la tarde, cerveza para recuperar las energías, cigarrillos para arrasar con los pulmones, esperar que caiga la noche para caer con ella sobre un bolardo. Que algún transeúnte me patee, que un amigo menos ebrio me arrastre hasta un taxi, que ojalá el taxista no me viole.

Al comienzo siempre me exijo responsabilidad, me conozco y sé que solo puedo tomar cerveza, que mezclar me transforma, me convierto en un ser desconocido, en algo que soy incapaz de controlar. Sin embargo la rutina es infalible. Después de un rato ya no me aguanto y quiero dejar salir al otro lado de mi ser, a ese que es incapaz de pronunciar un frase completa, que al parecer es argentino (eso me han dicho) y con unas insaciables ganas de levantar. A lo que sude y bote sangre.

Yo no conozco a ese otro que vive en mi, pero se perfectamente como hacerlo manifiesto. Todo está en prenderme con unas cervezas, luego pasar a algo mas fuerte, preferiblemente guaro. Con una sola copa el brebaje se conforma. Se mezcla todo en mi interior y la noche para termina. Para él evidentemente comienza.

El fin de semana se acaba, y comienza mi investigación. Nunca he recuperado la imagen completa, pero ha sido un buen ejercicio la exégesis, pues me ha enseñado algunas técnicas que podrán ser útiles cuando lleve a cabo la monografía. Así se va la semana, entre clases y lecturas, la espera del viernes, la detectivesca indagación sobre lo que sucedió cuando él hizo presencia, recuperar esas horas que se escabullen de mi vida. Eventualmente me entero que en algún momento le cogí el culo a una vieja. Pero no fui yo, fue él, lo juro, yo no soy así.

Salgo de clase tratando de evitar miradas y estoy pensando en las técnicas de extracción de información que me han facilitado diversos amigos. Busco la victima entre la lluvia y la neblina, saco un cigarrillo de chocolate y me lo pongo en la boca. Levanto el cuello de mi gabardina y me escondo entre los hombros. Ella ya se dió cuenta que estoy tras su pista y de manera disimulada se levanta, con dos dedos le pega a la colilla del cigarrillo que vuela por el aire dando giros hasta caer cerca de un charco. La atrapo del pelo y la arrastro hasta una esquina donde a punto de llorar me grita desesperada que no sabe nada, que no sabe nada. La amenazo con amarrarle los zapatos y darle una patada a la lonchera. Grita, llora y patalea pero se mantiene firme hasta que me le acerco a los cordones. No aguantó la presión...”C.... que no hiciste nada!!! Mejor dicho!!!yo solo te vi tratando de trepar las paredes y bailando la canción de pedro el escamoso encima de la nevera!!!...no me amarres los zapatos por favor!!!!...”Tuve que dejarla, es demasiado blandengue. Pero la labor no ha terminado y debo seguir recolectando las pistas de mi vida.

No tengo pruebas para refutar los comentarios que se difunden velozmente en los pasillos, así que solo me queda esperar que el rumor se expanda y que en su elasticidad pierda cualquier rasgo de estructura narrativa y terminen hablando de otro y de otra vaina. Aunque ese otro puedo terminar siendo yo, y no él. Solo queda rebotar entre comentarios y desvanecer lo que ya es ajeno, ese espacio de la memoria que se pierde entre tantas voces y tanta mierda. Momentos sin salida.

Alguien me cuenta que antes de resbalarme con mi propio vomito y caer por las escaleras, reconocí en mi una especie de superman e intenté botarme por la ventana. Seguro creí que podía volar, o él era lo suficientemente valiente para matarse. Caí sobre los orines de alguien más (supe luego), y empecé a limpiarlos con mi ropa, es decir, hice de mi cuerpo un trapero. Puede que todo sea mentira, no tengo pruebas. Sin embargo no puedo decir nada al respecto.

Me siento en la cama, leo la famosa historia de Dr. Jekyll y Mr Hyde. Seguramente el brebaje era alcohol, seguramente ese era yo. Me levanto y trato de reconocer mi cuerpo en el espejo. Estoy seguro de quien soy, y no siento que él este por ahí. Sin embargo, hasta ahora es jueves y el fin de semana no se ha manifestado...
agradecimientos especiales al sujeto de este escrito. gracias a él nuestros días son mas divertidos.

8 Comments:

Blogger David Motta said...

Jajaja, excelente!, en mi caso sale un extraño ser envuelto en groserías e improperios contra el comunismo!

7:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola! Pues a mi tambien me da por revolver tragos y como tu, siempre digo es mejor no hacerlo, pero al final termino revolviendo todo.
A diferencia de ustedes, mi personalidad escondida resulta divertida, bailo y bailo y al final (a eso de las 5 a.m) si me da mucha rabia tener que parar la rumba; pero no expreso esta rabia con groserias o gritos, sino con pequeños lloriquos en medio de risas.

1:02 p. m.  
Blogger Mr Brightside said...

Mi alter ego ebrio es inglés, se queja del dominio del Chelsea en la premier, le dan infulas de DJ y casi siempre se queja por una vieja que o lo quiere y termina llamandola. Siempre me acaba los minutos el granhijodeputa

7:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y efectivamente me recordó al doctor chiflado. Pero... creo que ha de ser necesario a veces que salga aquel personaje.

9:32 p. m.  
Blogger sci_factor said...

Nueva campaña "Save the children, save etnoculeo". No dejemos q muera el amor, ni http://etnoculeo.blogspot.com. Propongo spam masivo hasta que se dignen poner algo otra vez. Ahhhhhhh q falta de oficio, ¿quien dijo tesis?

2:49 a. m.  
Blogger sci_factor said...

Ya me sentí (handle me with care)

10:25 p. m.  
Blogger Mr Brightside said...

Tan Travelling Wildbury el Sci

10:52 p. m.  
Blogger don tomate said...

fucó: no se envuelva tanto en improperios...eso no es bueno...la tolerancia es chevere.
macla: ese otro que surge de las penumbras toma diferentes formas...dejalo crecer y verás las sorpresitas...
guille: no replantee lo de la memoria liquida, replantee lo de la solida que cuando se le viene directo a la cara es mejor esquivarla
diego: eso tambien pasa, definitivamente
carolina: pues no se que tan necesario sea eso de estar al filo de la muerte y no saber bien porqué
sci: no podría estar mas de acuerdo, yo quiero cerrar el blog porque a estos no les da por escribir nada, a pesar de la gran cantidad de material academico que se ha recolectado en los ultimos meses, años, centurias...y yo no escribo porque de los 4 escritos que hay 3 son míos, y yo ya tengo blog

11:45 a. m.  

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