incoherencia y desencanto.

Soy un hombre divertido, yo no se lo que es tristeza. Yo no se lo que es llorar. Aunque tampoco sé lo que es la ingenieria aeronaútica (por mas explicaciones que me dan) y realmente yo noy un hombre divertido y soy un descompuesto tomate berrión. Chillo todo el tiempo y bueno, me importa un culo. De eso me dí cuenta cuando la foto del ché me empezó a hablar. Apenas se abré la puerta de mi apartamento se puede observar un cuadro azul de tamaño considerable donde aparece Ernestico con pose de modelo de Hugo Boss y un puro a la mitad.

Entraba un día yo muy tranquilo y el tipo este me comenzó a hablar. En un principio pensé que era Debray porque no le entendía nada, y bueno, porque me hablaba en francés. Vaina rara esa, pero es que en serio, no entendía nada. Lo primero que hice entonces fue no hacer nada, seguir derecho y comenzar a leer la crítica de las armas del francesito aquél, porque la voz me sonaba extraña. Pero no, nada, y me seguia diciendo algo cada vez que llegaba o cada vez que me sentaba a revisar libros. Me escupía arengas inteligibles con sonidos nasales, luego hablaba calmado y lograba sentir el aroma del tabaco rodeandome, mareandome, haciendome sentir un extraño estado de conciencia.

No me es facíl entablar una conversación con alguien, y pues eso es muy evidente, no es sencillo sentarse a hablar con un tomate, dicen que solo sirvo para el guiso. De cualquier manera, Ernesto no se preocupa por esas cosas así que intenté entender lo que me decía. No pude, el tipo seguía hablando en un idioma que no comprendía, y solo se me ocurrió ofrecerle queso y llevarle un gallo. Eso me hizo sentir ridiculo así que espere si recordaba el castellano y partiendo de una estrategia foquista le aposté a varias cosas que pudieran acelerar su condición subjetiva pues al parecer la objetivas ya estaba dada. Le tiraba bifes de chorizo en la cara mientras sonaba piazzolla, Goyeneche, Sosa y Gardel, le empezé a hablar de un viaje que debió haber hecho en una bicicleta con motor y que protagonizó un mexicano, con una canción toda pispa cuyo credito en Hollywood se lo llevó un grandisimo bastardo. Hasta le puse una foto del barbudo Cubano y le pedí que lo sedujera, depronto un beso entre los dos encendía su chispa latinoamericana, su chispa revoltosa.

No me funcionó nada, por lo que resigné a no entenderlo y a interpretarlo a mi manera. Debe ser parte del problema, un problema del lenguaje, todo esta en la lengua. a muchos les debió pasar lo mismo y entonces comenzarón a hacer cosas locas. Eso de no entender lo que me dice me parece hasta sano, porque ahora pienso que me está preguntando sobre futbol. y entonces como yo se que tampoco me entiende le respondo que si, que colombia es campeón del mundial de sadomaoquismo celebrado en el Vaupes.

p.d: tengo el orgullo de anunciar la creación del blog de etnoculeo y la escuela de bajos estudios bajo la dirección, ahora connunta de guiller-motel y ebriosexual. el link es el de "investigación". Espero que tan loable intención científica sea longeva.