Calzoncillo y emancipación: apuntes para una teoría de la liberación.
Cuando Focault busca analizar la construcción del sujeto moderno a partir de la relación Estado-sujeto por medio del biopoder, encuentra que en esa historia las formas de coerción-conformación del orden de poder tienen características diversas de acuerdo a los procesos sociales en donde se producen. La forma moderna de esa situación la denomina sujeción, y se refiere a las tecnologías de control y ordenamiento sobre el sujeto moderno.
En parte, la propuesta posterior al famoso año de 1968 tiene que ver con un proceso paulatino de emancipación que de alguna manera pueda enfrentarse, entre otras cosas, a la sujeción, esa forma ya naturalizada de reproducir el orden y la racionalidad moderna.
Como bien sabemos, un acto simbólico en varias partes tuvo que ver, por parte de las mujeres, con la quemada de los sostenes como expresión de liberación ante una historia marcada por relaciones asimétricas, es decir, en francas condiciones de desigualdad.
Si bien es cierto que esa expresión es una acción simbólica, conduce finalmente a espacios de reflexión y creación del alternativas sociales que reivindican el locus femenino y permiten repensar y proponer las relaciones de poder en las sociedades. Existe sin embargo una forma de la sujeción que aún no se ha estudiado de manera rigurosa por parte de las ciencias sociales y en general desde la academia. Estoy hablando de la sujeción del calzoncillo, en sus diferentes versiones, contextos y situaciones.
Kramer (1989-1998) nos recuerda sabiamente los problemas de la normalización de la prenda, que ha llevado a los hombres que usan el conocido chingue o tanga, a la perdida paulatina de las posibilidades reproductivas, es decir, una forma de enajenación particular que ha situado al hombre por fuera de sus potenciales biológicos para dejarlo alienado en el mundo del trabajo. La propuesta de Cosmo Kramer no deja de ser audaz, sobre todo si recordamos que su primera intención (usar Boxers) posteriormente también fue desechada, pues él ya se había acostumbrado a la prenda anterior, por lo que la única respuesta posible fue el rompimiento radical con cualquier forma de sujeción de los órganos reproductivos. El Resultado fue impresionante.
Si Tenemos en cuenta por lo tanto, que las propuestas contemporáneas frente al cambio apuntan a la liberación (articulación) de las posiciones de sujeto, tambien debe ser claro que aquella búsqueda emancipatoria debe ir de la mano de un cambio radical en la forma en que los hombres se han acostumbrado a cargar los penes por el mundo. Por lo tanto la única manera de cambiar al mundo es primero andando sin nada, que entre el mundo y el miembro solo haya una separación de tela que no sostiene sino que como dice Kramer, permite sentir la libertad.
Cuando Focault busca analizar la construcción del sujeto moderno a partir de la relación Estado-sujeto por medio del biopoder, encuentra que en esa historia las formas de coerción-conformación del orden de poder tienen características diversas de acuerdo a los procesos sociales en donde se producen. La forma moderna de esa situación la denomina sujeción, y se refiere a las tecnologías de control y ordenamiento sobre el sujeto moderno.
En parte, la propuesta posterior al famoso año de 1968 tiene que ver con un proceso paulatino de emancipación que de alguna manera pueda enfrentarse, entre otras cosas, a la sujeción, esa forma ya naturalizada de reproducir el orden y la racionalidad moderna.
Como bien sabemos, un acto simbólico en varias partes tuvo que ver, por parte de las mujeres, con la quemada de los sostenes como expresión de liberación ante una historia marcada por relaciones asimétricas, es decir, en francas condiciones de desigualdad.
Si bien es cierto que esa expresión es una acción simbólica, conduce finalmente a espacios de reflexión y creación del alternativas sociales que reivindican el locus femenino y permiten repensar y proponer las relaciones de poder en las sociedades. Existe sin embargo una forma de la sujeción que aún no se ha estudiado de manera rigurosa por parte de las ciencias sociales y en general desde la academia. Estoy hablando de la sujeción del calzoncillo, en sus diferentes versiones, contextos y situaciones.
Kramer (1989-1998) nos recuerda sabiamente los problemas de la normalización de la prenda, que ha llevado a los hombres que usan el conocido chingue o tanga, a la perdida paulatina de las posibilidades reproductivas, es decir, una forma de enajenación particular que ha situado al hombre por fuera de sus potenciales biológicos para dejarlo alienado en el mundo del trabajo. La propuesta de Cosmo Kramer no deja de ser audaz, sobre todo si recordamos que su primera intención (usar Boxers) posteriormente también fue desechada, pues él ya se había acostumbrado a la prenda anterior, por lo que la única respuesta posible fue el rompimiento radical con cualquier forma de sujeción de los órganos reproductivos. El Resultado fue impresionante.
Si Tenemos en cuenta por lo tanto, que las propuestas contemporáneas frente al cambio apuntan a la liberación (articulación) de las posiciones de sujeto, tambien debe ser claro que aquella búsqueda emancipatoria debe ir de la mano de un cambio radical en la forma en que los hombres se han acostumbrado a cargar los penes por el mundo. Por lo tanto la única manera de cambiar al mundo es primero andando sin nada, que entre el mundo y el miembro solo haya una separación de tela que no sostiene sino que como dice Kramer, permite sentir la libertad.
posted by don tomate at 6:28 p. m.
7 Comments:
Está interesante la posición del vegetal. Sin embargo, cito a un contemporáneo de Cosmo, el señor Jerry Seinfeld (1989-1998). Don Jerry manifiesta que la sola idea de que tan solo una capa de tela nos separe de los miembros de otros hombres es totalmente desagradable y repulsiva, y yo no podría estar más de acuerdo.
Digo, mi pene nunca me falla y es mi mejor amigo, pero los penes de los demás hombres no me producen otra cosa que asco y desagrado. Además como muy bien lo ilustró ebriosexual, la emancipación del calzoncillo representa enormes peligros para nuestro gran aliado, además de que si no lo sacudes bien tras orinar te salpicas el pantalón y quedas oliendo mal.
El mundo está lleno de prejuiciosos, asquientos, neouróticos, obsesivos, y gente maligna como Jerry y no creo que estemos listos para dar ese paso hacia el nuevo orden. No aún Don Tomate.
Saludos
De Chakkal (1981). Opina en "su contextualizacion de la anarquia como un simbolismo de la pequeña burguesía" que la sujecion de los organos bajos, por medio de artificios es un signo de desprecio por el sujeto sublimado en objeto. Esto es, una categorizacion ontologica-fenomenologica, donde el no-yo, esconde el ser-para-si. ( lo cual es menos sexy para las mujeres).
Dorothy Spivak, Sociologa, y sicologa autora entre otros de "la ciencia para las lesbianas", "el feminismo es un humanismo", "el lesbianismo es un feminismo","Marx era un feminista-lesbianista", opina que hay que regresar al taparrabos (incluso en las regiones sub-articas).
Pajer(2005), en su "tractatus performicus-philosophicus" 9-21, inciso 14, dice simplemente " me da menos rasquiña con calzoncillos que sin ellos"
Lewinski (2005) ha propuesto la utilización adecuada de calzoncillos, tangas, boxers y demas adminículos - aunque los suspensorios no hacen parte de sus estudio, en la segunda etapa, que se dará durante la observación del segundo encuentro de etnoculeo, verificará el interés de éstos. Su propuesta, que parte tanto de la adecuada y suficiente prospección valorativa del falo como símbolo de dominación y el escroto como lugar de la muerte lenta de la identidad masculina, como de la concreción de los textiles como tejido social naturalizado-objetivizado, dentro de las caracterísicas alienantes de la construcción social del cogito ergo sunt, ha establecido caracterísiticas diferenciadas de acuerdo a las etapas en la vida del ser humano.
1 - Etapa anal: dado que los pequeños cagan todo el día, y lo hacen por el ano, está permitido, y en todo grupo social que se precie de su sofisticación será obligatorio, la utilización de la prenda conocida como pañal. Esto aplica para infantes hasta los catorce meses de edad (si no fueron prematuros, en caso contrario, se suma a este lapso un 37,5% del tiempo que decidieron no ser protegidos por el vientre materno)
2 - Etapa mucosa: en este momento, el ser-en-potencia-que-ya-existe-per-aún-no-es se caracteriza por una abundante secreción mucosa que cubre las fosas nasales, el labio superior y, en ocasiones, lugares tan extraños como el omoplato izquierdo, la lengua del hermano menor o el retraro familiar de la mesita esquinera de la sala. Dado este constante peligro de propagación de gérmenes, se solicita darle mayor libertad al miembro del joven, por medio de un boxer que le permita, libremente, impregnar sus partes nobles de los húmedos y protectosres mocos. Esta etapa iría hasta los cinco años de edad (aunque, bueno, casos se han visto)
3 - Etapa formativa intermedia: Caìdas, coscorrones y descalabramientos son el pan de cada día. Calzoncillos tradicionales con refuerzos son indispensables para equilibrar las luchas con las niuñas, que son menos fuertes pero saben muy bien dónde golpear. Esta etapa se mantiene hasta cuando se usen bluyines.
4 - Etapa de la bluyineada: el erotismo nace y se propaga velozmente por el cuerpo del jóven, con un evidente epicentro en su pene. Sin embargo, la moda moderna-posmoderna propia de la posición occidental rosa, obliga al atuando camistea+yines+tenis= joven, por lo que se corre el riesgo de caer en aprietos. El pene exige protección y liebrtad a la vez. Este es el primer momento de liberación, por lo que se indica la necesidad de portar, permanentemente, un condón eréctil, que siga al pene en sus movimientos y lo protega de cremalleras, dientes de falsas amantes y demás peligos cósmicos.
5- Etapa adulta: sólo se usan pantalones de paño, de lino o de dril, sin cremallera. No se utiliza ropa interior, para hacer más fácil el acceso en cualquier circunstancia. Las señoritas lo sabrán apreciar.
6 - Etapa de la flacidez: ya que el miembro se cansó, a nadie la importa lo que se use.
Lewinski busca voluntarios para comprobar la bondad de sus recetas. ya saben dónde encontrarlo.
Reed (1997) afirma que, basicamente, no usar calzoncillos es la Muestra absoluta de la gran libertad que uno tiene, de la liberacion de los gazmoños prejuicios pequeñoburguese y decimononicos, y del "Importaunculismo" ante las muestras de una posible ereccion.
Entonces, mi querido Tomate, no usar calzoncillos es Liberarse, es dar el Grito de Independencia mas Interior que puede pensarse.
sin embargo, eso tiene sus riesgos: Hay que asegurarse que uno posee los Pantalones para lograrlo.
se aceptan interpretaciones.
Hablando de calsoncillos y otras prendas "retenedoras", estaría de acuerdo con andar "commando" (Kramer 1989-1998) por simple concepto de comodidad y facilidad a la hora de la verdad. Ebriosexual menciona el jean, para eso, sencillamente debería usarse la full sudadera (la cual se resemantizaría por lo del sudor) so pena de escarnio público en ciertos momentos de calor.
Además, recordemos los esudios socio-históricos sobre el tema: si bien para Whyte (1971)el siglo XIX europeo se definió por su exagerada "retención" física y moral sexual, el siglo XX trajo consigo (sobre todo en la década de los ochenta) una "nueva conceptualización de los usos y las artes amatorias respecto a la estética de la permisión en los temas el calzón y el calzoncillo" (Burne 2001).
Ahora, entrado el siglo XXI, la propuesta de calzoncillo por parte de Pedroza (2005) entra en esa lógica del "metaporno" (Aljuria 2004) y sin duda nos abre camino a la explicación de los nuevos movimientos trans-sexuales tales como la "prostitución con democracia" y la "historiografía cultural del culeo de las indias".
Interesante su propuesta y creo que el mundo ha cambiado tano que podríamos ser muchos los seguidores de esta nueva "libertad".
bueno, como todo lo que han dicho es de suma importancia para repensar las condiciones sociales de sujeción contemporanea, dentro de la cual los calzoncillos ( en su sentido amplio) son solo una.
Para ebriosexual e Ing: hay que partir de dos situaciones. las percepciones clásicas (les podría llamar ortodoxos)acerca del locus fálico, han de ser revaluadas, ya que aquellos plentamientos suelen caer en un desconocimiento de las posiciones del sujeto. con esto me refiero a que claro, los propuesto no se da simplemente echandole gasolina y fuego a los chingues del mundo, porque además la propuesta no se fundamenta en una certeza de un mundo mejor, sino en el entendimiento crítico de las dificultades de existencia del presente.
el giro linguistico del chacal fue inentendible para mi.
me parece muy interesante esa tipología historica que propone lewin, sin embargo no dejo de pensar que su posición al respecto es algo conservadora.
y no podría estar mas de acuerdo con kozure, sin embargo la contingencia podrá llevar a situaciones de riesgo (gidden 1991) en las que la perdida del cocoon protector se transfiere al aparato reproductivo y podremos terminar sin pantalones.
evidentemente aljuri, la propuesta de lo metaporno ha de ser tratada, pero el grupo de estudios de etnoculeo, que ya tiene sitio web, está realizando algunas aproximaciones prelminares para poder llevar a cabo un buen proyecto. y si, commando.
para todos otra vez, el grupo de estudios en etnoculeo ya tiene pagina web, donde se espera la presencia de todos ustedes y sobre todo que los maricones que armaron el blog se decidan por fin a escribir
el miembro mas sobrio del colectivo no va a postear nada hasta que los menos sobrios y mas decadentes decidan hacer algo. para eso el miembro sobrio del colectivo tiene un blog.
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