aproximaciones para una deconstrucción de la lechona

Sentado en una tienda tomando la famosa cerveza costeñita, valor 500 pesos, con la que ahora se que mi novia se puede tomar 10, tuve una de las conversaciones mas valiosas en toda mi existencia. La pregunta surgió rápido y fue como un rayo que traspasaba nuestros cuerpos. Al otro lado de la tienda un señor nos acababa de invitar par cheves porque “en barichara si sabemos atender a la gente”. Y mientras oíamos a Vicente Fernández y rogábamos por un karaoke, la pregunta que nos habíamos hecho se mantenía inamovible de nuestros cerebros.

¿Como así que a todo marrano le llega su noche buena? la sola afirmación produce calosfríos. Y es que aunque en principio parece sencilla y hasta amigable, lo cierto es que la homogenización del uso del marrano nos sitúa en el doble deslizamiento de la condición pos-occidental/moderna/colonial. Mientras se considera que existe un telos de la porcinidad (la noche buena como símbolo del último rito de paso para el animal) creado además dentro del contexto cultural moderno, se han situado a todos los demás marranos que mueren antes de la noche buena en escalones inferiores gracias una percepción evolutiva de la historia. De esa manera, la única forma de ser marranos es siendo sacrificados en la noche buena, que no sabemos además que tan buena es para los susodichos.

Solo este hecho -la negación del gruñido del puerco- expresa con toda brutalidad la manera en que el mundo contemporáneo se ha subsumido la subjetividad marrana para describirla dentro de una cosmología hegemónica, llevando a cabo un fuerte ejercicio de dominación que invisibiliza las características culturales e históricas del puerco. Por último (teniendo en cuenta que estas son pequeñas píldoras de estupidez) vale recordar que al marrano que no le llega la noche buena simplemente desaparece de la narrativa histórica de la frase, con lo que los mecanismos se amplían y las historias de los cerdos rebeldes quedan, o pretenden quedar en el olvido. La negación de la experiencia desde lo local, termina siendo en el caso de los porcinos una manera para obstruir los procesos de multiculturalidad y plurietnicidad que la constitución defiende.

gracias esta vez a lulliepop. El hecho que pueda ser mas incoherente que yo me sorprende gratamente y me hace mas fácil todo entre tantas maricadas.